Libro: “El poder de los hábitos”
Eugene Pauly era un hombre de 71 años que debido a una encefalitis viral había perdido su lóbulo temporal medial. El resto su cerebro quedó funcionando perfectamente y no tenía problema al recordar eventos de su vida ocurridos antes de 1960, sin embargo, presentaba pérdida total de su memoria de corto plazo, no podía retener las situaciones o acciones realizadas incluso si habían pasado un minuto atrás; podía repetir acciones una y otra vez sin ser consciente de que las estaba repitiendo. Eugene no podía controlar donde quedaba su dormitorio ni los lugares más importantes de su casa debido a su enfermedad. Su esposaregularmente lo acompañaba a hacer una caminata por el vecindario de su casa, sin embargo, un día sucedió algo inesperado: Eugene desapareció de la casa, había salido solo a caminar por las calles y su esposa estaba muy preocupada temiendo que se hubiera perdido, sin embargo, para sorpresa de todos, apareció 15 minutos más tarde después de haber hecho la caminata por si mismo, sin la compañía de su esposa. Eugene no sabia ni siquiera ubicarse en su casa, pero salió a caminar y regresó a su casa sin problemas.Esta conducta demostró lo que muchos científicos sospechaban, pero no habían podido probar nunca, que“los hábitos se forman y operan de manera separada a la parte responsable de la memoria de nuestro cerebro”.
Nuestro cerebro está constantemente buscando maneras de ahorrar esfuerzos y registrando secuencias de acciones para convertirlas en rutinas automáticas.Esto es muy útil en situaciones como aparcar un coche, bañarte por las mañanas, desayunar, ir a trabajar, … Estas rutinas automáticas nos ayudan a ahorrar tiempo, sin embargo, también pueden ser perjudiciales cuando se trata de hábitos negativos que adquirimos y empezamos a desarrollar de manera inconsciente.
El proceso de formación y consolidación de un hábito es un bucle de tres pasos:
- La señal: es el detonante que le da la orden a nuestro cerebro para realizar una acción determinada.
- La rutina: corresponde a la realización de la acción.
- La recompensa: es la que le informa a nuestro cerebro si vale la pena recordar este bucle para próximas ocasiones.
Veámoslo con un ejemplo: nos encontramos en nuestra casa, no tenemos muchas cosas por hacer y estamos aburridos, el aburrimiento es la señal que le dice a tu cerebro que necesitas hacer una acción determinada (ver la televisión, navegar por internet, salir al cine o cualquier otra actividad que pueda desvanecer el aburrimiento que sientes) y por último la recompensa que en este caso es mejor para tu estado de ánimo. Si repites estas acciones de manera continua habrás formado un hábito en tu vida, el inconveniente es que nuestro cerebro nos distingue entre buenos y malos hábitos.Si tu decisión para cambiar tu estado de ánimo ha sido ver la televisión o jugar videojuegos vas a formar una hábito negativo en tu vida y cada vez que te sientas aburrido vas a desperdiciar tu tiempo en actividades que no aportan nada a tu desarrollo personal. Lo bueno de los hábitos negativos es que se pueden sustituir, veámoslo nuevamente en el bucle de los tres pasos: no podemos escriturar las señales y tampoco la recompensa, pero si podemos sustituir la rutina si cuando te sientes aburrido en vez de ir a ver la televisión decides ir a caminar por el parque, leer un buen libro o hacer ejercicio; de este modo estarás empezando a sustituir los hábitos negativos en tu vida.
Estos cambios de rutina se pueden aplicar para muchos hábitos negativos que tengamos. Hay estudios que han demostrado que los consumidores de licor han podido sustituir la rutina de ingerir alcohol en la mayoría de las ocasiones, lo que decía la persona que ingería alcohol no es el hecho de sentirse mareado sino de tener una buena conversación o quizás de encontrar un consejo para resolver sus problemas o para sentirse mejor. Un café en lugar de una cerveza puede ser el cambio de rutina necesario para cambiar un mal hábito como ese. La clave está en empezar a reconocer que el hábito no funciona de manera aislada, sino que está acompañado de una señal que puede ser alguna emoción o quizás un momento específico del día o muchas otras señales que pueden desencadenar la rutina, que a la postre brindará una recompensa que se puede ver manifestada en muchas formas. Es interesante ver que nosotros podemos desarrollar distintas clases de hábitos, pero también pueden ser inculcados por la sociedad o por los medios.
Una historia muy interesante que se cuenta en el libro es la de la pasta de dientes Pepsodent, que gracias a una campaña publicitaria dirigida por Claude Hopkins logró incrementar el usode esa pasta de dientes significativamente. A comienzos del siglo 20 tan sólo el 7% de la población usaba este producto y sólo 10 años más tarde el 65% de la población estaba utilizando la pasta dental en la higiene diaria. La estrategia publicitaria fue enfocada en buscar un hábito para ello se utilizó el bucle de los tres pasos: la señal fue la placa bacteriana de los dientes, la rutina era usa Pepsodent para elegir en educar y por ultimo la recompensa era una dentadura blanca y reluciente. Sin embargo, cabe destacar que para formar un hábito no basta con tener en cuenta estos tres elementos, hay otro elemento que es muy importante, que es el deseo de repetir la secuencia de acciones hasta que el proceso se vuelva automático y forme el hábito. Pero ¿cómo logró Pepsodent que la población deseara usar el producto todos los días? La clave fue incluir dentro de sus ingredientes ácido cítrico, aceite de menta y otros químicos que, aunque no aportaban nada en cuanto a la salud bucal, brindaban una sensación de hormigueo y frescura bucal que era en gran medida lo que los usuarios deseaban experimentar después de lavarse sus dientes.Estudios concluyeron que los consumidores de Pepsodent se deban cuenta que habían olvidado usarlo cuando notaban la ausencia de este tipo de sensaciones en su boca, así podemos ver que Pepsodent al ofrecer su producto estaba vendiendo una sensación más que el producto en sí. La población empezó a desear dicha sensación que acompañada de los tres elementos mencionados terminaron formando un hábito. Primero pasó en USA y con el paso de los años se extendió por todo el mundo.
Esta estrategia sigue siendo utilizada hoy en día por creadores de videojuegos, aplicaciones para móviles, series de televisión,…Se aplican los mismos principios para crear hábitos en las personas, por ejemplo, hay videojuegos cuidadosamente diseñados que mantienen al jugador expectante (¿qué encontraré en el próximo nivel?, ¿terminaré el juego?) Son cosas que mantienen al usuario con el deseo de volver a jugar, de repetir la rutina que a la postre terminará creando el hábito.
Y una vez formado un hábito empezamos a actuar de manera inconsciente, pero lo interesante de esto es que, si bien no tenemos la facultad de cambiar las señales o la recompensa, si podemos cambiar nuestras rutinas que a la postre cambiará nuestro hábito.
Hábitos fundamentales
Son hábitos que ayudan a cambiar otros hábitos. Un ejemplo clásico de un hábito fundamental es adquirir el hábito de hacer ejercicio, porque una vez adquirido podemos empezar a cambiar nuestra alimentación y dejar de fumar, consumir menos licor.
Estos hábitos aplican tanto a nivel individual como a nivel de empresas. En el libro se describe la gestión de Paul O´neil quien estuvo a cargo de una de las empresas de aluminio más importantes del mundo llamada Alcoa Corp. O´neil a diferencia de sus antecesores que se habían enfocado únicamente en incrementar las ganancias netas de la organización, su enfoque fue establecer como prioridad la seguridad industrial en las plantas de produccióndebido a la alta tasa de accidentalidad de los empleados en dicha compañía. Este enfoque hizo que la compañía no sólo redujese este indicador, sino que además disminuyó los costos de producción y además la empresa incrementó sus ingresos netos en un 500% con respecto a las pasadas administraciones.
Lo que esto nos muestra es que el simple hecho de cambiar ciertos aspectos que habían sido pasados por alto por otros directivos generó un efecto positivo en cuanto al mejoramiento general de la empresa. Buscar este tipo de hábitos que crea un efecto positivo y cambiar otros aspectos también puede ser una manera de eliminar los malos hábitos de manera gradual.
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Dr. Manuel Rubio Sánchez
Médico Estético