Libro "El principio 80/20".

Es cierto que hay que simplificar el trabajo aplicando el principio de Pareto, pero también es cierto que a veces es necesario un esfuerzo adicional para aplicar correctamente este principio.

Dr. Manuel Rubio Sánchez #Negocio #Libros

Libro
Título:El principio 80/20
Autor:Richard Koch

Libro "El principio 80/20".

En el año 1887 Wilfredo Pareto, quien fuese un reconocido economista, estaba buscando patrones de riqueza e ingresos en la sociedad del siglo XIX. En su estudio pudo concluir que la mayoría de los ingresos y riqueza iba sólo a un pequeño porcentaje de la sociedad. En el estudio se encontró que había una relación matemática entre el porcentaje de personas y el porcentaje de riqueza que estas poseían. Lo más interesante de este estudio fue que comparando la distribución de la riqueza siglos atrás, ya que emergía el mismo patrón: el 80% de la riqueza también había pertenecido al 20% de la población.

Unos años más tarde se descubrió que este principio no se aplica únicamente a la distribución de la riqueza, sino a muchas situaciones diferentes como los negocios. Quien primero aplicó dicho fue Joseph Juran un ingeniero estadounidense quien hacia 1951 fue pionero en este concepto al reducir el porcentaje de productos defectuosos producidos por las empresas japonesas. Juran aplicó el principio de Pareto de la siguiente forma: el 80% de productos defectuosos son únicamente el 20% de las causas, si nos enfocamos en buscar ese 20% de las causas el problema será resuelto en gran medida aplicando esto. Las empresas japonesas tuvieron una mejora sustancial en cuanto a la calidad de sus productos debido al éxito conseguido aplicando este principio. Juran llega a los EEUU aplicándolo en pro de mejorar el funcionamiento de las empresas.

Como podemos ver este principio descubierto por Pareto no únicamente se aplica a la distribución de la riqueza, sino que también fue aplicado a los negocios y también a muchas otras situaciones de la vida, por ejemplo, es claro que aproximadamente el 20% de las personas que ingieren licor se tomarán el 80% de la cerveza. En las ventas el 20% de los vendedores harán el 80% del presupuesto y así podríamos continuar describiendo este mismo patrón con muchos otros ejemplos.

 Teorema de Pareto

Dice que el 20% de tus acciones producen el 80% de los resultados o para decirlo de otra forma el 80% de los efectos provienen del 20% de las causas.

 ¿Cómo utilizar el Teorema de Pareto en nuestra vida diaria?

Es muy simple: no tienes que hacerlo todo, lo único que necesitas hacer son las cosas que te dan resultado, por ejemplo, en una relación de pareja, se dice que la calidad de una relación es directamente proporcional a la calidad de la comunicación que se tiene con la pareja, también se dice que las relaciones en parejas más duraderas y felices son aquellas que ponen un mayor esfuerzo en la comunicación entre la pareja. Se llegó a esta conclusión porque muchos esposos y esposas al llegar de un largo día de trabajo a su casa dicen que hablan con su cónyuge unas 3 horas, pero durante esas 3 horas estuvieron revisando el correo electrónico, viendo la tv o revisando sus redes sociales. Ahora hay muchos otros factores que contribuyen a tener una relación exitosa, pero si pones un mayor esfuerzo en desarrollar una mejor comunicación la relación se verá mas beneficiada y tendrás una mayor oportunidad de mejorar en otras áreas. Todo ese tiempo que dices haber estado hablado con tu cónyuge se puede percibir como una falta de interés por la otra persona; pero si cambias de perspectiva y te enfocas a darle a tu pareja 20 minutos de tu atención sin distracciones esa pareja tendrá mucho éxito en su futuro.

En resumen, que no se trata de hacer todo bien o de acaparar muchas cosas a la vez, lo importante es hacer muy bien una cosa que te dé el 80% de los resultados.

 ¿Te habías dado cuenta de que utilizamos el 20% de toda nuestra ropa el 80% de las veces o, que me dices de tus amigos, te has dado cuenta de que el 80% del tiempo lo pasas con el 20% de tus amigos?

 Una vez que apliqué este concepto de manera inconsciente y me generó resultados increíbles fue la manera en la que pude aprender el idioma inglés. Durante la época del colegio y universidad cursé esta asignatura, sin embargo, un amplio porcentaje de las clases estaba dedicado a la gramática, mientras que la lectura y la escritura se le dedicaba menos tiempo, siendo la escucha la habilidad que menos se le dedicaba. Durante ese periodo mi gramática mejoró mucho, pero me era imposible entender una simple frase en inglés; sabiendo esto y sintiendo que realmente no había avanzado me dediqué a buscar podcasts en inglés donde reducir mi tiempo en el estudio de gramática de lectura y escritura, y me enfoqué únicamente en reforzar mi escucha. Dedicando al menos una hora diaria durante un año mi nivel de inglés mejoró sustancialmente, que de haber continuado dedicando tiempo en gramática seguramente no habría mejorado tanto. Tampoco estoy diciendo que el conocimiento gramatical no sea importante, es fundamental, pero si tenemos en cuenta que el 80% del lenguaje hablado usa menos del 20% de las palabras existentes en un idioma será mejor trasladar tu atención a la escucha de conversaciones y a identificar las palabras más comunes; es por ello que una persona que vive en un país de habla inglesa puede aprender de manera mucho más rápida el idioma, ya que está expuesto en todo momento al lenguaje hablado. Por suerte hoy tenemos internet que para personas que no vivimos en un país de habla inglesa es una herramienta muy útil.

En conclusión, puedes dedicar tu tiempo en sólo el 25% de las habilidades comunicativas y obtener aproximadamente el 80% del lenguaje hablado, no digo que funcione para todos, pero en mi caso fue una estrategia muy útil para aprender inglés.

 Esta regla la puedes aplicar en distintas áreas de tu vida Pregúntate cual es ese 20% de actividades que te aportan el 80% de valor a tu vida y empieza a eliminar aquellas que no son muy importantes. O si tienes una empresa enfoca tus esfuerzos en una mayor medida con el 20% de los clientes que te producen el 80% de los ingresos. A veces simplificar puede ser el camino para un éxito mayor. También lo puedes aplicar personalmente buscando es 20% de habilidades en las cuales te consideres bueno y céntrate en mejorarlo cada día, seguramente en unos años sean estas habilidades las que te provean el 80% de éxito en tu vida.

 

Punto de inflexión

 La idea es que cuando un negocio está en sus fases iniciales una gran cantidad de esfuerzos genera muy pocos resultados, sin embargo, si el esfuerzo es constante y se mantiene durante un lapso más largo de tiempo llegará el momento en el que se cruza esa línea invisible y a partir de allí esfuerzos más pequeños producirán resultados increíbles. Por ejemplo, imagina que pones un negocio al principio muy poca gente te conoce, tus clientes son sólo algunas personas conocidas. Es durante este estadio de tu negocio que tienes que invertir en publicidad, hacer propaganda a tus productos, buscar contactos, … El trabajo en esta fase de tu empresa es muy arduo y los resultados aún no son muy buenos, pero con el paso del tiempo tus clientes, al saber que tu producto es bueno, empiezan a recomendarte nuevas personas y así vas formando una red. Una vez has consolidado una red amplia de clientes estarás cruzando el famoso punto de inflexión y a partir de allí tu negocio empezará a producir resultados de manera exponencial. Si tu negocio ha crecido lo suficiente lograrás hacer en sólo un mes lo que hiciste quizás durante 3 años de arduo trabajo y ahora solamente un 20% de esfuerzo que podrá producir unos resultados que antes no imaginabas que fueran posibles.

Este último ejemplo es sólo una invitación a trabajar por tus metas y a no desistir cuando, a pesar de todo el esfuerzo que haces los resultados no aparecen, si estás formando unas bases sólidas llegará el momento en que cruces esa línea invisible y tus resultados después serán increíbles.

Es cierto que debes simplificar tu trabajo aplicando el principio de Pareto, pero también es cierto que en ocasiones un esfuerzo adicional es necesario para luego así aplicar este principio correctamente.

Yo también he estado antes en el lugar que estás tu ahora. Cuando empecé con mi sueño de montar mi propia Clínica Médica y era el Director Ejecutivo, no sabía cómo cumplir con mis responsabilidades en el trabajo y estar a la vez presente en casa con mi familia. Sin embargo, después de hacer cambios en mi productividad, establecimiento de objetivos y liderazgo, pude llevar a mi empresa hacia adelante superando una recesión económica en la que estaba inmerso el país y obtener resultados positivos; y todo ello mientras llegaba a casa a tiempo para cenar con mi familia cada noche.

Ahora enseño los mismos principios que ayudaron a mi liderazgo, junto a mi equipo, aquí en CIME Academy.

 

Si quieres conocer más acerca de nuestra propuesta de formación en medicina estética te animamos a que te pongas en contacto con nosotros. Resolveremos tus dudas y te asesoraremos en lo que necesites.

Dr. Manuel Rubio Sánchez

Médico Estético

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